Desde el inicio de nuestro carrera como criadores de reproductores, nuestro padre Fernando Bove, nos hizo hincapié en no dejar de lado la selección como lo hacía el desde ya hacía 30 años, con la mirada y las necesidades de un productor comercial. A que se refería el:

-A no dejar de lado la selección por fertilidad, eliminando sistemáticamente vacas que fallaban a su servicio o que perdían su preñez, como él lo hizo toda su vida para no tener vacas “turistas” en el campo.

-A hacer hincapié en el tema facilidad de partos, ya que él fue de los primeros en hacer entores precoces en Uruguay así que sufrió en carne propia los problemas que se ocasionan cuando esta característica se deja de lado y la tranquilidad que se obtiene cuando se le da la debida importancia.

Su mirada siempre fue la de un criador y la de uno que vivía y vive 100% de sus vacas, por lo tanto su apuesta fue siempre que estas le den el mayor rédito posible por Hectárea.

A medida que pasa el tiempo nos damos cada vez más cuenta de lo acertado que estaba el en sus conceptos y de la productividad del rodeo del cual nos dio la entera libertad para trabajar.

Seguimos la selección a fondo en características maternales como la fertilidad (la variable con mayor impacto en el resultado económico de las empresas, cinco veces más importante que el crecimiento y de diez veces mayor importancia que la calidad de carne (Church, 1976)) precocidad sexual, calidad de ubres, mantenimiento, facilidad de parto, etc. y este fue el primer filtro que nos permitió descubrir las dos familias superiores de donantes que tanto éxito han tenido a nivel regional. Con los años añadimos otras herramientas de selección en las que evaluamos Área de ojo de bife, Grasa dorsal, Grasa intramuscular, Población folicular, etc. Características con las cuales tomamos decisiones a la hora de elegir un reproductor.

Gracias a técnicas de reproducción como Flushing, FIV, servicios precoces, etc. le dimos velocidad al proyecto y acortamos los intervalos intergeneracionales para sumar generaciones de individuos similares entre si y de esta manera generar consistencia en las características deseadas. Creemos que la consistencia es la característica necesaria para poder progresar de forma segura y poder ofrecer reproductores confiables que transmitan lo que vemos y evaluamos de ellos y es aquí donde muchas cabañas y programas genéticos han fracasado debido a que simplemente se fueron tras toros extremos ya que en general son toros muy atractivos, o por la eterna búsqueda del gran campeón, o el súper animal fenotípicamente hablando, lo cual nada tiene que ver con la realidad ganadera que nos toca y nos ha tocado desde siempre.

A medida que vallan conociendo nuestros animales se darán cuenta de nuestra filosofía como criadores, que tiene como principal objetivo que nuestros animales le den el mejor resultado posible en los rodeos de personas que confían en nuestro trabajo.